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Faimond desarrolla una exclusiva máquina para tallar diamantes que utiliza un sistema CNC de FANUC

Tarea:
Desarrollar una máquina CNC capaz de satisfacer las complejas necesidades de la industria italiana de la joyería y la talla de diamantes, con inspección visual y comprobaciones de calidad.

Solución:
Asociarse con FANUC para crear una máquina nueva para tallar diamantes que pueda grabar y trabajar con bolas, cuentas o incluso orificios.

Resultado:
Una máquina que no solo ha aumentado la productividad y ha mejorado la calidad del producto terminado, sino que también puede funcionar de manera continua para aprovechar al máximo la fluctuación en el precio del oro.



Automatización en joyería

ORO DE ITALIA

Siempre debemos estar un paso por delante en el campo de la joyería. En diseño y en tecnología. ¿Cuál es el objetivo? Reducir los tiempos de producción y ofrecer piezas nuevas y sofisticadas. Las máquinas de tallar diamantes de Faimond, un ejemplo de excelencia italiana en este sector, ganan el reto de calidad sobre los competidores asiáticos más agresivos. También, gracias a su colaboración con FANUC. Por Carlo Ploner

La creación de joyas es una parte importante de la industria "Made in Italy" que puede capturar la atención de compradores extranjeros y dar prestigio a siglos de artesanía y tradición en este campo (procesado de piedras preciosas y de oro). El diseño y la tecnología hacen especiales las creaciones de la industria de joyería italiana. No obstante, las máquinas diseñadas y construidas en Italia, más concretamente en Arcugano, en el corazón del distrito joyero de Vicenza, enriquecen talleres de creación de joyería de todo el mundo.

Entre los principales protagonistas de esta aventura se encuentra Faimond S.r.l., una empresa propiedad de la familia Dal Lago y con más de 30 años de experiencia en el campo de la ingeniería de precisión y la automatización. Faimond se especializa en la fabricación de máquinas y equipos para trabajar en materiales preciosos y no preciosos. Estos dispositivos, además de usarse en la industria de la joyería, producen accesorios de moda y piezas para gafas. El trabajo con diamantes es uno de los últimos pasos en el sector de fabricación de joyería y también uno de los más importantes, pues la capacidad de reflejar la luz de las piezas procesadas sin duda captará la mirada de aquellos que observen una joya por primera vez; el grabado se realiza sobre la superficie de los componentes de los objetos terminados (generalmente bolas, cuentas o cadenas), en lugar de en los materiales sin procesar.

UNA PRECIOSA COLABORACIÓN

"Trabajamos materiales preciosos como el oro y la plata", explica Andrea Dal Lago, director del departamento de Administración y Ventas de Faimond, "pero también materiales menos nobles, como el bronce". La peculiaridad del proceso conocido como “trabajar el diamante” es verdaderamente el increíble brillo que confiere a los objetos: "Una cadena se puede simplemente cepillar o tamizar, pero el acabado y las caras creadas por el diamante son capaces de darle su exclusivo brillo de espejo tan apreciado, especialmente en los países árabes y en India". Faimond se fundó en el año 1976 gracias a la visión empresarial de Gianluigi Dal Lago. "En aquellos años, el mercado necesitaba este tipo de procesado", explica el fundador de la empresa. "Las caras, no obstante, se tallaban todas a mano, con martillo y cincel. Los tiempos de procesado eran obviamente muy largos. En cierto momento, la necesidad de procesar piezas que serían difíciles de trabajar a mano creció y así se introdujo el uso de máquinas. La industrialización también contribuyó a aumentar, de manera exponencial, los volúmenes de producción: si a mano éramos capaces de trabajar entre 100 y 200 g de material al día, con la introducción de herramientas podemos alcanzar los 1.000 kg en un solo día". Así, Faimond pudo convertir esta nueva necesidad de mercado en una oportunidad empresarial. "A finales de la década de 1970 se produjo una verdadera revolución industrial en el sector de fabricación de joyería. Por ejemplo, fue la primera vez que pudimos hacer una cadena con una estrella grabada; antes solo había cadenas brillantes. En Italia son pocas las empresas que realizan este tipo de procesado actualmente, si bien ha de tenerse en cuenta que este sector solo comprende un pequeño nicho de mercado".

EN CONSONANCIA CON LA MODA

Al igual que todas las actividades relacionadas con el mundo de la moda, la fabricación de joyería está sujeta a la influencia de las tendencias y las colecciones, por lo que es imprescindible una inversión en innovación, un factor importante e indispensable. "Construimos máquinas que pueden entrar en funcionamiento tras uno o dos años de planificación y que quedan obsoletas de 8 a 12 meses después. Esto se debe a la evolución constante del diseño y no a que la tecnología haya quedado obsoleta. Los diseños pueden cambiar, pero las máquinas de tallar diamantes a menudo se fabrican a medida para poder adaptarlas perfectamente al procesado de componentes concretos", subraya Dal Lago. Sin olvidar la crisis que ha afectado al sector de la joyería estos últimos años: "En la actualidad, el 95 % de nuestros productos se exportan al extranjero: China, India, Indonesia, Rusia, los países árabes... todos ellos son mercados con un gran potencial pero en los que es muy difícil entrar. Además, debemos defendernos de quienes se dedican a copiar todo lo que hacemos, como sucede en Turquía, Corea y China. Para nosotros, es muy importante contar con tecnologías avanzadas porque, aunque los países emergentes puedan competir con nosotros en precios, en este momento no pueden lograr las soluciones de última tecnología que nosotros proporcionamos. Nuestra superioridad es el resultado de nuestras competencias, inventiva y creatividad, y quienes nos imitan necesitan un equipo completo de personas para ensamblar un producto parecido al que ha diseñado uno solo de nuestros ingenieros. Se trata de un desafío muy exigente y tenemos la intención de ganarlo gracias a nuestra calidad".

DE LA IDEA AL PRODUCTO TERMINADO

La última incorporación a la serie de Faimond, que ya posee 27 patentes, es la máquina de tallar diamantes Astra, que permite crear caras en la superficie de objetos esféricos y orificios. Está equipada con un sistema de control numérico FANUC. "Conocemos a FANUC desde hace mucho tiempo. Es una marca que garantiza calidad y fiabilidad", señala Gianluigi Dal Lago. "Nunca habíamos utilizado su tecnología, 
pero ahora los clientes requieren métodos de procesado cada vez más complejos. Así pues, poder contar con un socio como
FANUC ha cobrado gran importancia para nosotros". La primera colaboración entre Faimond y FANUC dio lugar a la implementación de una máquina especial de la serie FT, una máquina transfer con 4 cabezales múltiples, personalizada y altamente productiva.

Se trata de una colaboración basada en el deseo común de superar retos: en solo unos meses, el proyecto se había materializado y la máquina empezó a funcionar con fluidez y sin problemas de ningún tipo. Después, se desarrolló un área de trabajo para moldear las piezas y controlar su calidad (el robot antropomórfico carga los objetos, los acuña y los mide; además, se seleccionan o descartan mediante inspección visual). Y todo ello gracias a la marca FANUC. Como ya se ha mencionado, la solución definitiva surgida de esta colaboración se denomina Astra, una máquina de tallar diamantes caracterizada por su capacidad para trabajar con bolas, cuentas o incluso orificios. "Esta máquina responde a la necesidad del procesado continuo: no existen ciclos por hora sino semanales e incluso mensuales. No deben producirse problemas al apagarla ni durante los ciclos de procesado desatendido; no se admite ningún tiempo de inactividad, porque perder un día de trabajo nos deja a merced de las fluctuaciones de los precios del oro. Necesitábamos lo mejor y por eso elegimos un sistema de control numérico de FANUC". El CNC de FANUC también nos ayudó a mejorar la calidad del producto terminado y la productividad de la máquina, porque nos permite ahorrar hasta medio segundo por cada componente procesado en un tiempo de ciclo de 6 segundos; las dimensiones de la pieza oscilan entre 4 y 6 mm.

DESAFÍOS INTERMINABLES 

Faimond ha convertido todo el lenguaje de software de sus máquinas para adaptarlo a la serie 0i-MD de CNC de FANUC. "Para nosotros, el desafío era llevar el proyecto implementado a otro nivel y replicarlo en el sistema de control numérico de FANUC". La cooperación entre los ingenieros de FANUC y Faimond nos ayuda a mejorar la productividad de la máquina, gracias al rendimiento electrónico del CNC de FANUC. El Astra puede gestionar hasta 7 ejes, 4 de ellos de forma simultánea, y 2 herramientas automáticamente. Además, puede procesar en vertical y horizontal. Puesto que la diferencia de este tipo de micromecanizado reside expresamente en la precisión, el eje debe ser sólido desde el punto de vista mecánico (es decir, sin vibraciones) y controlarse correctamente. El CNC de FANUC se utiliza al 100 % de sus posibilidades y, para desarrollos futuros (Faimond tiene previsto crear una máquina con 11 ejes), se utilizarán CNCs de FANUC superiores.
La principal ventaja de la colaboración con FANUC es la posibilidad que ofrece de interactuar con un solo proveedor de sistemas de control numéricos, activación de motores y robots: los procedimientos se simplifican y en todos los países del mundo donde Faimond está presente saben que pueden contar con un punto de referencia y asistencia de FANUC. Por último, aunque no por ello menos importante, otro aspecto esencial es la recuperación de las virutas de oro con un porcentaje de hasta el 99 %. No obstante, lo que hace que la colaboración entre Faimond y FANUC sea tan especial es el estímulo recíproco que nos impulsa a abordar desafíos cada vez más ambiciosos, desde el punto de vista técnico, por supuesto, pero también desde la perspectiva comercial. Dal Lago concluye con estas palabras: "Debemos encontrar la manera de obtener productos que puedan exportarse a todo el mundo, incluso a aquellos países a los que no estamos autorizados a vender determinados tipos de tecnologías por motivos de seguridad militar o por estar sometidos a embargos".