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Un productor de vino torna una ‘idea atípica’ en toda una realidad productiva con ROBOTS FANUC


Tarea:
En 1996, el productor de vinos español líder en el sector, Freixenet, tuvo una ‘idea atípica’ – para automatizar sus procesos de producción mediante robots industriales como los de embotellado, almacenamiento, paletizado y embalado. “Mientras que otros fabricantes de robots solo veían dificultades, FANUC vio oportunidades y nos animó a sacar adelante con el proyecto”, explica Pere Gibert Guasch, de Freixenet.

Solución: Se empezó con dos robots FANUC de la serie 410, apodados “Zipi y Zape” por el personal de las bodegas; Freixenet cuenta ahora con 36 robots integrados en la producción de los 185 millones de botellas de vino y cava que vende cada año. FANUC realiza el mantenimiento de los robots todos los años y proporciona un servicio de atención técnica en la planta para las operaciones más críticas.

Resultado:
Tras una relación que ha durado 18 años, Freixenet ve su flota actual y su perspectiva de expansión como prueba de la relación de colaboración de la que ha disfrutado con FANUC. Los robots de FANUC, explica Guasch, “siempre se han adaptado a nuestras necesidades concretas. En nuestra relación cliente-proveedor, consideramos que recibimos un trato cercano, atento y colaborativo por parte del equipo de FANUC, que se centra en ayudarnos a hallar la mejor solución para nuestros retos”.


Pere Gibert Guasch
Responsable de mantenimiento de FREIXENET

Las raíces de Freixenet se remontan a 1861 con “Casa Sala”, una de las primeras empresas exportadoras de vino de Sant Sadurní d’Anoia. El destino quiso que se unieran la heredera de este negocio familiar, Dolores Sala Vivé, con Pere Ferrer Bosch, a su vez heredero de “La Freixeneda”, una gran explotación agrícola situada en el núcleo de la región de Alt Penedés dedicada al cultivo de viñedos y a la elaboración de vinos desde el siglo XIII. Aunque no sin dificultades, el negocio se fue desarrollando aquellos primeros años y comenzaron a aparecer las primeras botellas etiquetadas con la marca “Freixenet Casa Sala”. Durante la década de 1920, la empresa era ya famosa por la motivación de los fundadores y su confianza en la calidad de los productos que ofrecían. En consecuencia, a mediados de la década de 1930, Freixenet contaba ya con una oficina comercial permanente en Nueva Jersey, Estados Unidos, que ya anunciaba la vocación exportadora de Freixenet. En 1941, se lanzó la marca “Carta Nevada”, un cava que, con el tiempo, se convertiría en el producto estrella de la empresa. En 1974 sería el turno de la marca “Cordón Negro”. Ambos productos son líderes en exportación en la actualidad. Desde mediados de la década de 1970, Freixenet es una marca plenamente consolidada que ha dado lugar a una expansión internacional gracias a la cual el Grupo Freixenet mantiene su posición líder en el mundo en el sector de los vinos espumosos elaborados según el método tradicional. La empresa no ha dejado de crecer desde que, hace un siglo, en 1914, se comercializaron los cavas por primera vez con la marca “Freixenet”. Este negocio familiar de ámbito internacional continúa reinventándose día a día apoyada en la tradición, la elaboración artesanal de vinos y la innovación. La competitividad de Freixenet se refuerza además con su compromiso con el medio ambiente, debido al estrecho vínculo que existe entre el proceso de elaboración de sus productos y el entorno natural del que proceden.

En la actualidad, el Grupo Freixenet comercializa al año 185 millones de botellas de vinos y cavas en todo el mundo. Más del 80 % de la producción se exporta. El grupo posee 18 bodegas repartidas por 7 países distintos y sus productos están presentes en más de mercados 150 internacionales.

“Al colaborar con las mejores marcas, reforzamos nuestra posición de liderazgo en innovación y en cuanto a la calidad de nuestras instalaciones, lo que contribuye a aumentar el valor de nuestro principal activo: la producción del mejor cava del mundo con la máxima seguridad y calidad alimentarias y de la manera más eficiente y sostenible”. Pere Gibert.

¿En qué aplicaciones de su proceso de producción utilizan los robots FANUC?

Los robots se utilizan en todas las operaciones de nuestro proceso de producción, desde el momento de comenzar a llenar las botellas, durante el almacenamiento de estas en las bodegas y hasta su paletizado en cajas o la carga de los palés para enviárselos a los clientes.

¿Cuándo comenzaron a usar robots FANUC?

El primer contacto tuvo lugar en 1996. Todo comenzó con la exposición de un deseo, de una "locura". Donde otras marcas solo veían dificultades, FANUC vio oportunidades y nos animó a sacar adelante el proyecto. Actualmente tenemos 36 robots en producción en la sucursal principal y esperamos expandir la flota a corto plazo.

¿Qué opinión le merecen el trabajo y la forma de actuar del equipo técnico?

FANUC nos presta un servicio de alta calidad. Posee un equipo muy bien organizado integrado por técnicos con un alto nivel de formación y conocimientos de sus productos. Los problemas que surgen se resuelven con eficacia, siempre con una solución y un enfoque individualizado.

¿Qué servicios de FANUC han contratado?


El mantenimiento anual de todos los robots y servicio de atención técnica en la planta para operaciones más críticas.

¿Cuál es su opinión sobre FANUC como empresa, como producto y en términos de trato personal?

Tras una relación que dura ya 18 años, nuestra colaboración ha sido siempre y sigue siendo sumamente valiosa. La flota actual y nuestras perspectivas de expansión lo atestiguan.
Como empresa, percibimos la solidez de FANUC, su buena organización y su liderazgo tecnológico. Como producto, en FANUC hemos encontrado siempre un robot que se adaptase a nuestras necesidades concretas. En nuestra relación cliente-proveedor, consideramos que recibimos un trato cercano, atento y colaborativo del equipo de FANUC, que se centra en ayudarnos a hallar la mejor solución para nuestros retos.

¿Existe alguna anécdota que le gustaría destacar de estos años que llevan trabajando juntos?

¿Una anécdota? Cuando empezamos con la robótica industrial hace ya 18 años, estábamos realizando las pruebas piloto con dos robots FANUC de la serie 410 en las bodegas y alguien del equipo de Freixenet les puso de nombre “Zipi y Zape” (en honor de los famosos gemelos de Escobar). Desde entonces, los técnicos de Freixenet bautizan a todos los robots de FANUC cuando se incorporan a nuestra empresa. Y se ha convertido en requisito indispensable que todos ellos tengan nombres de personajes de tebeo o de los dibujos animados. Entre otros, tenemos en servicio a “Astérix y Obélix”, al “Llanero Solitario”, a “Tintín”, a “Los tres cerditos” y a “Rompetechos” (el célebre personaje de Ibáñez). Es evidente que con este equipo mágico de robots tenemos el éxito garantizado... y sobre todo, nos divertimos. Brindo con cava, con Freixenet, por supuesto, porque nuestra relación con FANUC continúe prosperando en el futuro.

¿Cómo definiría FANUC en una sola palabra?

Fiabilidad.